viernes, 2 de noviembre de 2018

Los Santos

Los santos son los insignificantes a los ojos del mundo. No son los héroes, ni los líderes, ni los grandes oradores, y en muchos casos ni los más virtuosos. Son los que se abandonan, los que reconocer en la persona de Jesús el sentido pleno de su existencia, que se dejan curar por Él, lo dejan todo y lo siguen. Son los que se dejan guiar por Jesús, no le intentan imponer nada y por ello son los más libres. No intentan moralizar, no buscan imponer a los otros su voluntad argumentado que es la voluntad de Dios. Reconocen y no ocultan su propia debilidad y saben que esa es su propia fortaleza. No son los que buscan influir. No son los voluntaristas y de gran erudición. No son los de las grandes empresas. No son los que creen estar del lado de los buenos sino los que se reconocen pecadores y necesitados de la Gracia. No quieren ganar los debates. No ven a los que no piensan como ellos como enemigos. No buscan notoriedad. entre ellos no son cómplices, sino amigos. El lenguaje de los santos nunca es: “Dios te pide”, sino “Dios te da”. Los santos no exigen ni obligan. Los santos son libres y saben que en Cristo, los demás también lo son.

viernes, 26 de octubre de 2018

Oportunidades perdidas


Para que algunos de mis amigos me entiendan con peras y manzanas, pongo un ejemplo: Imagina que con mucho esfuerzo, tienes un buen negocio. Para efecto del ejemplo, pensemos en una tienda de abarrotes. Con problemas, algunos malos administradores pasados, crece poco a poco. Entiendes que tienes un buen producto que gusta, imagina el mejor pan de los alrededores, pero empiezan a caer sus ventas porque la gente los consume menos y tienes qué innovar en tus productos. Pero tu negocio, que está en un punto inmejorable, en una avenida muy transitada, resulta que tiene muy pocos estacionamientos y tienes poco espacio para construir otro. Pierdes muchos clientes porque la gente viene en carros y no se detienen a comprarte porque no tienen donde estacionarse. Es decir, pierdes ocasión de vender por falta de cajones. Inviertes una buena cantidad en crecer algunos más, no en el mejor lugar, pero no tienes otro más cercano, si no quieres perder oportunidades de venta. Lo empiezas a construir, has gastado una gran cantidad (el 30% de lo que te costaría en total) y de pronto llega un nuevo administrador que dice: "El pan es el mejor porque siempre lo hemos hecho así, vamos a seguir vendiendo este pan. Y no queremos este estacionamiento, mejor compremos otro terreno a dos cuadras, porque este tumbaría un árbol". Ya gastaste en tu construcción, gastarías en otro terreno y otra construcción que absurdamente está más lejos (gastarías más, aunque el otro sea más barato, porque la primera inversión ya la hiciste) y aparte, perderás oportunidades de mejorar tu negocio porque te obstinas en no ver cómo cambia el mercado de tu mejor producto.
Eso está pasando en México. Las dos oportunidades de mayor crecimiento económico (el nuevo aeropuerto y la reforma energética) estamos a punto de cancelarlos por cerrazón ideológica del nuevo presidente. Vamos a perder no sólo 6 años, sino décadas de desarrollo que teníamos en nuestras manos y dejamos ir.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Cosas que suceden en Guadalajara



La polémica que se dió estos días a raíz de un foro en el ITESO me parece que debe llevarnos a hacer un juicio personal y como ciudad.

Yo soy católico y estoy a favor de la vida, por ende, en contra del aborto. Pero no estoy a favor de la vida por ser católico, sino que razonablemente pienso que hay evidencias empíricas de que en el vientre de la mujer embarazada hay una persona distinta a la madre desde el momento de la concepción.

Esto no puede ser una idea concluida, sino complementada y discutida a la luz de las ciencias como la embriología o de la filosofía, reflexionada y estudiada desde la sociología y muchas otras disciplinas. Por ello pienso que la “defensa de la vida”, antes que una cuestión de movimiento político, debe ser dialogada y reflexionada en el espacio propio para ello, es decir, en las universidades.

¿Hubo sesgo ideológico del grupo organizador del foro? Parece que sí. ¿Eso ayuda a una reflexión seria del tema? Creo que poco, pero sí pienso que es mejor expresar y debatir las razones. No creo que en un foro "Provida" hubieran invitado a personas a favor del aborto. Yo hubiera preferido que se escucharan más voces, pero reconozco que quienes quisieron tomar la palabra para expresarse en contra lo pudieron hacer, como se ve en el video. ¿Ayuda a una cultura de diálogo y de encuentro pedir se censure la discusión? En lo absoluto. El movimiento en contra del evento en redes sociales los días anteriores fue torpe y lleno de prejuicios. Por ello creo que finalmente la universidad tomó una decisión prudente, que fue permitir la discusión en el foro Arrupe. Ni es la postura de la Universidad estar a favor del aborto ni mucho menos la de la compañía de Jesús, como muchos con igual sesgo ideológico argumentaban. El discurso del rector Pepe Morales SJ fue extraordinario y revela esto: su fidelidad a la Iglesia, a su doctrina y su compromiso con la verdad.

Finalmente, la campaña contra el foro le dio una visibilidad y una importancia mediática a un evento que hubiera pasado casi desapercibido. En muchas ocasiones, ciertos activismos ayudan a posicionar lo contrario a lo que buscan.

Por estar debatiendo estas minucias, perdemos de vista algo esencial: muchísimos jóvenes en nuestras universidades (no sólo en el ITESO) relativizan la sexualidad y el matrimonio, no ven la paternidad como un bien y tienen baja estima por la vida. ¿De qué vale ganar una discusión legislativa, convocar a un gran marcha o estar en debates mediáticos, cuando muchos novios ven al aborto como una opción válida para resolverse los “problemas”?


Yo sí creo que ayudaría superar la confrontación y escuchar los elementos a reflexionar que la otra parte presenta. El hombre no existe más que para el diálogo con su prójimo, decía Balthasar y por ello nunca debe cansarnos. Ambas partes tienen razones válidas que deben ser escuchadas y tomadas en cuenta, pero desgraciadamente hay grupos radicales en donde la ideología los cierra a una mejor comprensión de la persona, asumen que el otro no tiene nada positivo por decir, lo cuál es un error. Todo esto sólo revela la dificultad que hay en esta sociedad postmoderna y secularizada para valorar más todo lo humano. Dos trailers con 300 cadáveres paseando por la ciudad creo que es indicio de ello.

viernes, 22 de junio de 2018

Algunas consideraciones personales sobre el voto de los católicos


- Los católicos estamos llamados a participar en las cuestiones sociales y políticas. El cristianismo es una invitación personal para vivir el amor de Cristo y ese amor cuando lo acepto, me compromete a vivirlo en comunidad construyendo una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Y la política es un instrumento para ello, por ello Chiara Lubich le llama “el amor de los amores”.
- La Iglesia valora la democracia, como lo decía San Juan Pablo II en Centesimus annus. Es positivo que en una sociedad cada días más plural, la Iglesia valore todas las expresiones de lo humano, donde se privilegie la razón y se busque ser fiel a la realidad.
- Es una riqueza la diversidad de opiniones y las diferentes maneras de entender la realidad humana, por eso hay que optar por el diálogo y el entendimiento.
- Los obispos en México propusieron la reflexión electoral en torno al “Bien posible”, ya que es necesario reconocer los límites que tiene hoy la política para poder lograr consensos y construir proyectos comunes.
- No hay políticos ni partidos perfectos porque no hay personas ni sociedades perfectas. Es muy válido disentir y por ello las campañas políticas son valiosas porque se presenta el reto de convencer de cuál es, a juicio propio, la opción más viable.
- Considero positivo que no exista el “candidato ideal” ya que eso nos plantea hacer un ejercicio racional de conocer a las personas que se postulan, su trayectoria, sus principios personales, el equipo que los rodean para después emitir un juicio y tomar una decisión informada.
- La postmodernidad se ha caracterizado por la caída de los grandes megarelatos. El que ya no se identifiquen los partidos por su ideología, es consecuencia de ello. Es positivo que en este nuevo escenario haya alianzas entre partidos que parecían contrarios, pues es un ejercicio de trabajar por agendas comunes en lugar de poner el énfasis en ideologías que los dividían.
-Que la decepción por el desprestigio de los políticos no nos haga claudicar de la política. Esto debe llevarnos a construir una sociedad civil más fuerte, gobiernos más limitados y una ciudadanía más participativa y activa, dejando atrás los lastres del corporativismo y el paternalismo. Es necesario que seamos un pueblo que asume su destino.
- Un conflicto latente en la participación de algunos cristianos en política es quien identifica la misión de la Iglesia con una cultura o una serie de valores, moralismos o ideologías. Por ello considero que algunos fundamentalistas que caen en estos reduccionismos no representan la voz de la Iglesia ni son fieles al magisterio.
- Me parece inadecuado el término “Voto católico”. Cuando la palabra “católico” es adjetivo y no sustantivo, se termina ideologizando la fe. Hay que rechazar la manipulación e instrumentalización de la Iglesia o de sus ministros. Los Obispos han sido claros en afirmar que no hay una sola opción válida y que no inducirán el voto, sino que invitan a que los cristianos hagan un juicio desde la fe. Entonces, más que promover el “voto católico”como si se tratara de un bloque, hay que buscar que los católicos voten a conciencia. Por ello considero positivo que entre cristianos no todos coincidan con la misma opción político - partidista, porque esto enriquece el diálogo.
-Tenemos a la Doctrina Social de la Iglesia como ayuda para hacer un juicio desde la fe para emitir el voto. No es una ideología, sino principios que nacen de la experiencia de fe para iluminar la realidad comunitaria.
- Los principios de defensa de la dignidad humana, de bien común o de solidaridad y justicia son la mirada concreta con que tenemos qué juzgar la realidad. No son ideas abstractas, porque la persona tiene un nombre y un rostro concreto. La política siempre presenta ocasiones para buscar la justicia y la solidaridad y sobre todo, siempre se debe poner atención en que los bienes comunes se deben privilegiar sobre los bienes particulares. No se puede votar por quien sólo trabaje para el beneficio de unos cuantos, sino que la política debe ser antes que otra cosa, un compromiso con el bien de TODA la comunidad a la que se busca servir.
- En esta época de fake news y de post-verdad, hay que privilegiar que en campañas y en la actividad púbica siempre se hable con la Verdad. Nunca se puede justificar cualquier tipo de mentira, bajo ninguna circunstancia.
- La realidad es dinámica y compleja, por ello para hacer un adecuado juicio sobre quién votar, más que seguir simples fórmulas (a + b = c), hay atender lo complejo de los problemas sociales. Hay que observar no exclusivamente los temas biopolíticos (vida, aborto, familia), que son temas importantes, pero no los únicos. Hay que preocuparse de igual manera por los temas económicos, sociales, la prioridad de atender a los más pobres, la ecología, los derechos laborales. Es decir, los cristianos no somos “monotemáticos”, sino que queremos devolver el rostro humano a la totalidad de la realidad, sin excluir cualquiera de sus factores.
- Es importante conocer y comparar las propuestas, pero considero que no son el punto central. Pueden presentar el mejor diagnóstico y tener el equipo que elabore las mejores propuestas, pero de poco valen si no son personas íntegras, con una trayectoria y equipo confiable.
- Hay que romper la dialéctica amigo - enemigo en política, el cristiano es quien busca la reconciliación, la fraternidad y los puntos de encuentro con el otro. Podrá haber diferencias partidistas y de visión de los temas sociales, pero hay que buscar las coincidencias y construir juntos las soluciones. La política debe ser ocasión de encuentro, no de división ni exclusión. Aquí es el principal reto.
- Por ello mismo considero positivo el debate de las ideas. Hay que revalorar el uso de la palabra en la política y es sano mostrar las bondades del propio proyecto y señalar las fallas en las propuestas del otro. Pero siempre atendiendo la caridad, la honra de la persona y hablar en todo momento con verdad.
- Para el cristiano, lo fundamental en la política es el servicio, no el poder. Quien busca una posición pública antes que estar motivado por un bien particular o de grupo, debe tener a conciencia la intención de servir a su comunidad.

- Finalmente, el cristiano sabe que cualquier opción política siempre será limitada e insuficiente. Jesucristo es el rey de la historia y no podemos olvidar que la Providencia actúa siempre para nuestro bien. Las circunstancias políticas no tienen la última palabra, hay que orar y hacer buen uso de nuestra libertad, viendo siempre por el bien de la comunidad.

viernes, 1 de junio de 2018

Reflexiones a un comercial del PRD



Acabo de ver un comercial del PRD Jalisco donde argumentan que dejan el partido en mano de los jóvenes y la imagen de fondo a mí me llamó la atención y me pareció sumamente fascinante. A mí. Sobre el mapa de los distritos y secciones (la lógica de la política de los “operadores”) se coloca una pila de libros. El mensaje es claro: la inteligencia sobre la política burda. Pero lo que más me llamó la atención es que el libro que está encima es el diálogo entre René Girard y Vattimo llamado “Verdad o fe débil?” Un fabuloso texto que en verdad ayuda a entender varios temas de política, sociales, de fe, de las discusiones filosóficas contemporáneas. Ante lo que parece que vendrá, más vale regresar a ciertos autores.

martes, 29 de mayo de 2018

ALGUNAS REFLEXIONES PERSONALES SOBRE LA ÉPOCA ELECTORAL I

- Si bien esta ha sido también una etapa de apasionamientos, creo debe ser también (y sobre todo) de razonamientos.
- Hace unos días un amigo me decía: "Claro, eres panista, por eso votarás por Anaya". Me dejó reflexionando su comentario, pero creo no es del todo correcto que sea por eso. Desde hace más de 8 años vengo cuestionando al partido el rumbo que ha tomado, no concuerdo por un lado por las visiones reduccionistas de quienes identifican al PAN con posturas conservadoras de derecha pero tampoco con quienes aquí en Jalisco han lucrado con la derrota y administran para un pequeño grupo las migajas. Por primera vez en mi vida hace 6 años no voté por el PAN.
- Hoy que no tengo ninguna aspiración a volver a trabajar ni en gobiernos ni al interior del partido, me siento más libre para compartir lo que pienso. Nunca me sentí cómodo con la corrección de quienes entonces me decían que no podía expresarme porque trabajaba "para".
- Me la pensé mucho para reafiliarme al partido. Sé que algunos me dirán que es incongruente que si ya no quiero participar en gobiernos ni en el partido lo haya hecho, pero me interesa la política en todo el sentido de la palabra. Pienso que el problema de México ha sido que los temas que nos son comunes los hemos dejado en manos de unos cuántos que toman decisiones y tenemos una cultura ciudadana poco responsable. Por eso no creo en personalidades "todopoderosas" que por su solo arribo pretenden resolver todo los problemas. Creo en hacer comunidad y que nos interesemos todos por los asuntos que nos son comunes.
- Considero un retroceso grave los eventuales gobiernos de López Obrador y de Alfaro, porque ambos tienen el mismo defecto de fondo: el culto a la personalidad, el gusto por tener subordinados en vez de colaboradores, su auto referencialidad. Sé que ambos tienen mucha posibilidad de ganar, pero me parece un engaño que no veamos el riesgo que esto implica.
- No considero una buena opción para México el regreso a las políticas estatistas y proteccionistas del pasado. Hay quienes argumentan que ya vimos gobiernos del PRI y del PAN y por ello debíamos probar algo no conocido, pero esto es un error, porque sí hemos visto la manera de gobernar de la que habla Morena. Nadie que sea honesto puede decir que lo que propone López Obrador es distinto a la manera en que gobernaron Echeverría o López Portillo, pero con un agravante peligroso: restaurar el viejo presidencialismo en el mundo del siglo XXI no solucionará nada de fondo ni ayudará a que los pobres de México sean menos pobres.
- Coincido con mucho del análisis que hace Morena. Hay un pequeño sector favorecido que en México se ha enriquecido a base de corrupción mientras otra gran parte de la población no ve que haya oportunidades y la violencia que se ha instalado no disminuye. Entiendo que los mexicanos más pobres sentían que su voz no contaba y que hoy crean que por primera vez alguien habla por ellos. Pero el regreso al estatismo y políticas proteccionistas con un discurso del antiguo régimen no solucionará nada, al contrario, esos mismos problemas aumentarán. De corazón espero equivocarme.
- Precisamente por los motivos que hacen a muchos mexicanos encantarse con el discurso hueco del populismo de López Obrador, creo México se merecía una opción más responsable que hablara de que esas inquietudes de gran parte de la población podían tener una solución distinta. El problema de la campaña de Anaya es que su discurso no responde a lo que la mayoría de los mexicanos les preocupa de la política. Es una mentira ruín el discurso del mal llamado "PRIAN", pero la falta de conexión entre lo que quieren oír los mexicanos de los políticos y por otra parte la irresponsable y visceral actuación en esta campaña de Fox y Calderón no ayudan nada.
Decía que no me gusta el PAN que veo. Independientemente del resultado de julio, si vuelven los discursos de "traiciones", de privilegiar a la parte sobre el todo y sin un afán serio de reconstrucción, el viejo sueño democrático de Gómez Morin y de González Luna vivirá la peor etapa de su vida. En el antiguo régimen al menos el PAN tenía postura y convicción clara, en la eventual restauración de ese régimen sería muy triste que el partido sea una lucha interna de intereses y de acusaciones mutuas.
- Me identifico mucho más hoy con el Frente que con el mismo PAN, a pesar de que no me gusta MC ni muchas posturas del PRD. Pero me parece que es un gran acierto que el interés social de una parte pensante de la izquierda mexicana sume a la visión humanista del PAN. Ha sido una lástima que no se haya logrado aún comunicar el gran acierto que es conjuntar diversas visiones para el bien común y que aún muchos mexicanos (y muchos católicos) quieran seguir pensando que la política es un tema de ideologías.
- A pesar de que tuvo mucha oposición en su época, fue un gran acierto que el PAN histórico mirara al catolicismo social francés en un principio, y luego a la democracia cristiana italiana y alemana. Hoy el PAN debería retomar los temas que un vigoroso nuevo catolicismo social está tomando fuerza con el Papa Francisco: Ecología, desarrollo sustantable, una nueva y genuina preocupación por los más pobres, ciudades más armoniosas, globalización de la solidaridad, mayor compromiso con los migrantes, diálogo intercultural y pluralidad democrática.

miércoles, 4 de abril de 2018

Nuestra experiencia de misiones



Estas misiones de Semana Santa han sido una oportunidad que nos ha dado la Providencia de que el ideal lo llevemos a la vida y a una comunidad concreta, para que no sea sólo un discurso. Fuimos a Buenavista, una pequeña comunidad en el municipio de Lagos de Moreno Jalisco. Buenavista es un pueblo con una fe sencilla y de tradiciones arraigadas, marginada históricamente y en conflicto con los poblados aledaños. 

Fue todo un reto aprender las costumbres y dialogar con los pobladores del lugar. Evangelizar no es llegar a “imponer una visión” de “así se hacen las cosas”, tuvimos que hacer una ejercicio de inculturación, de tratar de entender qué es lo que le importa a la comunidad, las devociones locales, incluso los pequeños detalles que observan y que quizás nosotros no atendíamos. Inculturarse es un camino arduo, nada sencillo y que puede ser accidentado, pero que como nos ha enseñado Chiara, debe ser hecho con amor recíproco.

Ha sido importante tener atentos los sentidos: escuchar, ver. Caminar las calles de tierra, quemarse con el fuerte sol de estos días y pasar pequeños sacrificios con las incomodidades propias de salir de casa los días que muchos aprovechan para descansar.

También hemos visto que era importante salir de nosotros. En cada oportunidad ir a cada una de las personas, charlar con ellos, escuchar lo que querían contarnos. Y eso nos hacía reconocer que no podíamos encerrarnos en nuestra propia convivencia sino que teníamos qué hacer lo que el Papa Francisco nos dijo: Una Iglesia en salida hacia las periferias. 

Hemos experimentado que sólo podemos vivir la fe donándonos y de que el ideal para que sea verdadero tiene qué pasar por la vida. Vivimos la unidad desde la misma integración del equipo misionero: Tenemos distintas edades, distintas preparaciones, diversas nacionalidades, veníamos de lugares distintos. Hacernos UNO fue la primera labor que se fue dando. Y no fue una obra voluntarista, el Señor la fue construyendo alrededor nuestro. 

De entre nosotros algunos se responsabilizaron de los grupos de niños, de jóvenes, de visitar enfermos, a los más pobres de la comunidad, de organizar los actos litúrgicos. Todos tuvimos días de trabajo cargados. Pero no ganó el “activismo”: fueron importantes los momentos de la oración, de la frecuencia de la Eucaristía y de vivir con intensidad los actos propios del triduo pascual. 

¡Vimos tanta generosidad! La gente se esforzaba por ofrecernos comida, llevaban frutas a donde nos hospedábamos, nos abrían la puerta de sus casas y nos regalaban su tiempo escuchándonos. Veía en nosotros que llevábamos una palabra que estaban deseosos de escuchar: no a nosotros, sino la Palabra que es vida.


Regresamos a nuestra comunidad con el corazón contento, pero no con la satisfacción de haber cumplido un deber: han sido días de Gracia, porque vimos lo que el Señor hace. Nosotros ponemos un granito pequeño, lleno de defectos y errores, pero Él toca los corazones, Él transforma, Él cambia las vidas. Si llevamos a Jesús, hemos sido nosotros quienes primero hemos experimentado su amor. Las misiones son esos actos pequeños que verdaderamente nos transforman y que nos animan a entregar la vida por algo que valga la pena. 

miércoles, 7 de febrero de 2018

Snow y la fraternidad

Soy fan de game of thrones. Es una gran historia épica en un ficticio mundo medieval con sus peculiares pueblos donde se describe su propia cultura, tradiciones y religiones. Vale mucho la pena. Hay muchos elementos para el análisis y la reflexión en la serie, el hilo que mueve la historia es la lucha por ver quién se sienta en el trono de hierro. Vemos traiciones, asesinatos, envidias, estrategias... Todo eso que "El Príncipe" de Maquiavelo justificaría para atemorizar y mantener el poder. Y entre todos los personajes, surge el verdadero protagonista de toda la trama: Jon Snow. Lo presentan como el bastardo de una importante familia (luego nos enteramos que no es así) que se va como guardián del muro del norte. Si vemos el mapa de este mundo ficticio, el norte es un lugar nevado del cual los reinos habrían de protegerse. Hay pueblos salvajes y criaturas que atemorizan. Por eso y para proteger la "civilización", se construyó un muro. Snow se aventura a conocer qué hay más allá y conoce a los pueblos salvajes. Conoce sus extrañas costumbres y cae preso pero se enamora de Ygritte, una bella pelirroja que transforma la mirada de Jon hacia esos que eran los enemigos con los que peleaba. Y aquí lo rescatable del modo de "hacer política" del que será proclamado rey del norte: Descubre que el extraño que era su enemigo, es otro como él. Y conforme pasan los capítulos, Snow se convierte en el defensor de este pueblo extraño, lo cual le acarrea la animadversión de sus compañeros guardias. En esta época en que parece que el diálogo y el encuentro en política con el que piensa y actúa distinto a mí no es posible, el personaje central de Juego de tronos muestra que la fraternidad es mayor a la confrontación. Para un gran "estratega", lo que hizo Snow lo llevaría al fracaso (y así parecería que fue), pero irónicamente su manera de hacer las cosas le abre nuevas puertas y posibilidades. El diálogo, el acuerdo, el tejer alianzas entre quiénes tienen posturas que parecen irreconciliables no es un defecto como muchos hoy lo quieren ver: Es una gran virtud que el mundo de la política parece olvidar. Para quienes construyen muros y castillos de la pureza ideológica en donde no tiene acceso nadie que no piense como yo, Podemos descubrir que la fraternidad, el encuentro con que el otro siempre es un bien para mí, el camino que puede rescatar (como en Westeros) a un mundo donde parece que el conflicto y la lucha es la única vía.