Amigos, permítanme cuestionar (ojo, cuestionar) la eficacia y pertinencia de esa iniciativa de quitar el financiamiento a partidos y canalizar ese dinero a damnificados y reconstrucción.
1. Concido plenamente que la prioridad como nación debe ser atender a las víctimas, ayudar a quienes perdieron todo y levantar este país y a los lugares afectados. Eso no se cuestiona.
2. Es verdad que tenemos una democracia muy cara y que las campañas se han prestado a muchísimos abusos.
3. Mi primer cuestionamiento sería, es verdad que urge el dinero para las víctimas, pero, ¿porqué a costa de la democracia? La democracia ha sido prioridad para este país por muchos años y también ha costado sangre.
4. Sí, quitamos el financiamiento a partidos. ¿Y luego? ¿Cómo se imaginan que sería la elección? ¿Así, en automático? Si llegamos a que los partidos tuvieran estos financiamientos ha sido por una larga historia de abusos del PRI - Gobierno y tuvo su lógica dar la batalla desde la oposición para que los partidos sean entidades de interés público. No creo que el PRI - Gobierno se comporte a la altura y no operen desde el estado para imponer a su candidato. No, yo no confío en ellos. Creo que sería una contienda muy desigual, un retroceso de por lo menos 25 años y quienes estarían más contentos con que esta iniciativa avance serían los mismos priístas.
5. Las cantidades que por esa vía se obtuvieran serían de manera casi simbólica, pues no sería más del 1% de lo que se necesita. El gobierno debe reordenar y priorizar también otros gastos.
6. Que la tragedia no nos haga perder la conciencia histórica y olvidar otras prioridades. Es verdad que los partidos y los políticos no han estado a la altura de las circunstancias, pero también es verdad que esta democracia, así de pinche como es, es necesaria para el desarrollo social y económico de este país.
