lunes, 24 de septiembre de 2012

Precariedad.

"Los modernos sólo piensan en su jubilación, es decir, en la pensión que recibirán del Estado, no ya para hacer, sino por haber hecho. Su ideal, si se nos puede permitir llamarlo así, es un ideal de Estado, un ideal de asilo de ancianos. Así como el cristiano se prepara para la muerte, el hombre moderno se prepara para la jubilación. En metafísica, sacrificamos el verdadero presente al instante si guiente, y reducimos así el verdadero presente, el ser real, al estado de pasado [a una “idea ya hecha”]." Dice Charles Péguy. Duro. Quien critica que "Así como el Evangelio es un compendio del pensamiento cristiano, así también la libreta de la caja de ahorros es el compendio del pensamiento moderno. Es lo único capaz de hacer frente a los Evangelios, porque es el libro del dinero, y el dinero es el anticristo. (…) Los libros licenciosos sólo han producido pecadores. La libreta de caja de ahorros produce lo moderno". Este afán de "seguridad" es la crítica a los hombres modernos que según Péguy, "No son cristianos, quiero decir que no lo son hasta la médula. Continuamente pierden de vista la precariedad, que para el cristiano es la condición más profunda del hombre; pierden de vista esta profunda miseria, y no tienen presente que siempre hay que volver a comenzar. Es una precariedad eterna. Nada de lo adquirido es adquirido para siempre. Es la condición misma del hombre. Y es la condición más profunda del cristiano. No hay nada más contrario al pensamiento cristiano que la idea de una adquisición eterna, la idea de una adquisición definitiva que no puede ponerse en tela de juicio". La precariedad es la condición más profunda del hombre!